La Delegación del Gobierno Central en la Comunidad de Madrid ha denegado
la petición de Boyacá de contratar seguridad privada para proteger las rutas de
reparto de la prensa ante los piquetes montados por los huelguistas.
Fuentes de la Delegación explican a este diario que la Abogacía del
Estado ha determinado que es ilegal que la compañía de reparto contrate
refuerzos para acompañar a las furgonetas en sus rutas en pleno conflicto.
Boyacá solicitó refuerzos para asegurar que las distribución de los diarios
"ante las amenazas y coacciones" de los repartidores en huelga porque
el dispositivo policial dispuesto no estaba siendo suficiente, según explican.
Y es que, tal y como denuncia la firma, los trabajadores están pinchando las
ruedas de las furgonetas de los repartidores que "quieren garantizar el
servicios" y se han llegado a apropiar de los diarios. "Esta medida
se entiende imprescindible y necesaria dada la situación de indefensión legal y
operativa en la que se encuentra la compañía", sentenció Boyacá en un
comunicado.
Kioscos vacíos.
Pese a la falta de seguridad privada,
desde la Delegación del Gobierno explican que el jueves por la noche no hubo
incidentes y que las protestas fueron pacíficas. Pese a que la nivel de tensión
ha bajado, miles de kioscos de Madrid llevan días sin recibir ejemplares, lo
que daña seriamente su ingresos pese al descenso de la venta de ejemplares en
papel.
Boyacá asegura
que la huelga de los repartidores es ilegal porque son autónomos cuyo contrato
termina el 30 de agosto y simplemente no quieren renovarlo en las mismas
condiciones. Tras este conflicto se encuentra la intención de la compañía de
reparto de diarios de reducir el salario y el número de trabajadores que tiene
contratados para realizar las rutas. Los repartidores se niegan a asumir las
rebajas y aseguran que son falsos autónomos.
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