jueves, 6 de noviembre de 2014

Trabajar en turnos partidos daña la memoria


El trabajo y la memoria puede ser que no compatibilicen bien. Varios estudios relacionados con los horarios laborales ya habían puesto de manifiesto algunas cuestiones relacionadas con los efectos perjudiciales que pueden tener los turnos sobre la salud de los trabajadores, especialmente si se tratan de turnos partidos. Sin duda alguna, el actual ritmo de trabajos en la sociedad mundial conlleva sus beneficios y sus inconvenientes. Ahora, un reciente estudio pone de manifiesto que el trabajo por turnos, con 'jet lag' crónico, puede provocar de forma serie algunos problemas de salud, de diversa gravedad, relacionados con el hecho de interrumpir el propio reloj del cuerpo.
 
Estas conclusiones se han elaborado ha partir de un estudio que ha contado con participantes que tenían 32, 42, 52 y 62 años y que se sometieron a este análisis.
Un nuevo estudio ha revelado que aquellas personas que pasan sus vidas cambiando turnos, y alterando sus rutinas constantemente, pueden desarrollar problemas de salud, y sobre todo relacionadas con la memoria con mayor probabilidad que aquellos que tienen un turno fijo, o no lo cambian muy amenudo.
El trabajo por turnos, con 'jet lag' crónico, lo que se conoce por interrumpir el reloj interno del cuerpo (ritmos circadianos) y que se ha relacionado con una serie de problemas de salud, como úlceras, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y algunos tipos de cáncer, puede estar también vinculado con alteraciones de la función cerebral, según un nuevo estudio.
 
Hasta el momento, sabíamos poco sobre el potencial impacto de este tipo de empleos en la función del cerebro, como la memoria y la velocidad de procesamiento. Por ello, los investigadores de proyecto han analizado las capacidades cognitivas de más de 3.000 personas que trabajaban en una amplia gama de sectores o que se habían retirado, en tres momentos: 1996, 2001 y 2006.


Algo menos de la mitad (1.484) de la muestra, que se sacó de las listas de pacientes de tres médicos de salud ocupacional en tres regiones diferentes del sur de Francia, que trabajaron por turnos durante al menos 50 días al año.
 
Los participamtes tenían 32, 42, 52 y 62 años en el momento de la primera serie de pruebas, que tenía por objeto evaluar la memoria a largo y corto plazo; la velocidad de procesamiento; y las capacidades cognitivas (globales) en general. En total, 1.197 personas fueron estudiadas en los tres puntos de tiempo.
 
Alrededor de uno de cada cinco de los ocupados (el 18,5%) y una proporción similar de los que se habían retirado (17,9%) habían trabajado en un modelo de turnos entre mañanas, tardes y noches.
 
En el primer grupo analizado se observó si las horas de trabajo anormales se asociaron con una disminución de las capacidades cognitivas.
 
Los datos del estudio, publicados en 'Occupational and Environmental Medicine', mostraron que los trabajadores por turnos en la actualidad o las personas que habían sido anteriormente empleados por turnos presentaban puntuaciones más bajas en la memoria y velocidad de procesamiento y menor potencia cerebral que los que sólo habían desarrollado trabajos en horas normales de oficina.

La segunda serie de análisis examinó el impacto de trabajar en un modelo de rotación y se vio que, en comparación con aquellos que nunca habían trabajado en este sistema, los que sí trabajan bajo este modelo o lo habían hecho durante diez años o más poseían menor memoria cognitiva y puntuaciones globales.




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