El
trabajo y la memoria puede ser que no compatibilicen bien. Varios estudios relacionados con los horarios laborales ya habían
puesto de manifiesto algunas cuestiones relacionadas con los efectos
perjudiciales que pueden tener los turnos sobre la salud de los trabajadores,
especialmente si se tratan de turnos partidos. Sin duda alguna, el actual ritmo
de trabajos en la sociedad mundial conlleva sus beneficios y sus
inconvenientes. Ahora, un reciente estudio pone de manifiesto que el trabajo
por turnos, con 'jet lag' crónico, puede provocar de forma serie algunos
problemas de salud, de diversa gravedad, relacionados con el hecho de
interrumpir el propio reloj del cuerpo.
Estas conclusiones se han elaborado ha partir de un estudio que ha contado con participantes que tenían 32, 42,
52 y 62 años y que se sometieron a este análisis.
Un nuevo estudio ha revelado que aquellas personas que pasan
sus vidas cambiando turnos, y alterando sus rutinas constantemente, pueden
desarrollar problemas de salud, y sobre todo relacionadas con la memoria con
mayor probabilidad que aquellos que tienen un turno fijo, o no lo cambian muy
amenudo.
El trabajo por turnos, con 'jet lag' crónico, lo que se conoce por interrumpir
el reloj interno del cuerpo (ritmos circadianos) y que se ha relacionado con
una serie de problemas de salud, como úlceras, enfermedad cardiovascular,
síndrome metabólico y algunos tipos de cáncer, puede estar también vinculado con
alteraciones de la función cerebral, según un nuevo estudio.
Hasta el momento, sabíamos poco sobre el potencial impacto de este
tipo de empleos en la función del cerebro, como la memoria y la velocidad de
procesamiento. Por ello, los investigadores de proyecto han analizado las
capacidades cognitivas de más de 3.000 personas que trabajaban en una amplia
gama de sectores o que se habían retirado, en tres momentos: 1996, 2001 y 2006.
Algo menos de la mitad (1.484) de la muestra, que se sacó de las listas de
pacientes de tres médicos de salud ocupacional en tres regiones diferentes del
sur de Francia, que trabajaron por turnos durante al menos 50 días al año.
Los participamtes tenían 32, 42, 52 y 62 años en el momento de
la primera serie de pruebas, que tenía por objeto evaluar la memoria a largo y
corto plazo; la velocidad de procesamiento; y las capacidades cognitivas
(globales) en general. En total, 1.197 personas fueron estudiadas en los tres
puntos de tiempo.
Alrededor de uno de cada cinco de los ocupados (el 18,5%) y una proporción
similar de los que se habían retirado (17,9%) habían trabajado en un modelo de
turnos entre mañanas, tardes y noches.
En el primer grupo analizado se observó si las horas de trabajo anormales se
asociaron con una disminución de las capacidades cognitivas.
Los datos del estudio, publicados en 'Occupational and Environmental Medicine',
mostraron que los trabajadores por turnos en la actualidad o las personas que
habían sido anteriormente empleados por turnos presentaban puntuaciones más
bajas en la memoria y velocidad de procesamiento y menor potencia cerebral que
los que sólo habían desarrollado trabajos en horas normales de oficina.
La segunda serie de análisis examinó el impacto de trabajar en un modelo de
rotación y se vio que, en comparación con aquellos que nunca habían trabajado
en este sistema, los que sí trabajan bajo este modelo o lo habían hecho durante
diez años o más poseían menor memoria cognitiva y puntuaciones globales.
Un nuevo estudio ha revelado que aquellas personas que pasan sus vidas cambiando turnos, y alterando sus rutinas constantemente, pueden desarrollar problemas de salud, y sobre todo relacionadas con la memoria con mayor probabilidad que aquellos que tienen un turno fijo, o no lo cambian muy amenudo.
El trabajo por turnos, con 'jet lag' crónico, lo que se conoce por interrumpir el reloj interno del cuerpo (ritmos circadianos) y que se ha relacionado con una serie de problemas de salud, como úlceras, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y algunos tipos de cáncer, puede estar también vinculado con alteraciones de la función cerebral, según un nuevo estudio.
Algo menos de la mitad (1.484) de la muestra, que se sacó de las listas de pacientes de tres médicos de salud ocupacional en tres regiones diferentes del sur de Francia, que trabajaron por turnos durante al menos 50 días al año.
La segunda serie de análisis examinó el impacto de trabajar en un modelo de rotación y se vio que, en comparación con aquellos que nunca habían trabajado en este sistema, los que sí trabajan bajo este modelo o lo habían hecho durante diez años o más poseían menor memoria cognitiva y puntuaciones globales.
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